Llega fin de año, se acerca la Navidad. Sé que debe estar muy ocupado con todas las
planillas, actas, legajos y papeles que
tiene que revisar, reclamar, y archivar. Por eso espero no robarle mucho tiempo
con este escrito. Le escribo en nombre de muchos padres, niños, abuelos y educadores para hacerle una petición muy
especial.
Queremos pedirle que examine lo que haciendo y cómo lo está haciendo .Le pedimos que reflexione teniendo en cuenta
todos los datos estadísticos nacionales e internacionales que dan cuenta que nuestros niños no están
recibiendo la educación que se merecen. Mire su futuro hacia adonde va Y conéctese
con el presente, con los niños y jóvenes que habitan en sus aulas. Cada niño, cada joven es un mundo y todos son extraordinarios. Cuando lo conocieron
a Ud. por primera vez, estaban llenos de
entusiasmo, ávidos por aprender, relacionarse, llevaban en su mente mucha creatividad, y un corazón encendido
de confianza. A medida que fueron compartiendo tiempo con Ud.
fueron perdiendo ese entusiasmo inicial. Sus ganas de aprender mermaron, su protagonismo desapareció para dar lugar a
la pasividad mental, emocional y física. Su creatividad, imaginación y
entusiasmo fueron guardadas en su mente para ser liberadas fuera de su
presencia .Todo su potencial quedo más o menos detenido, dependiendo del lugar
del país en donde nació ese niño. Hoy no basta con llenarles la cabeza de
datos, fechas, y respuestas correctas sino que hay que facilitarles herramientas para
que pregunten, descubran, conecten ideas, creen nuevas y activamente construyan
sus conocimientos, amplíen su
autoconocimiento. Los niños necesitan conocer sus aéreas de fortaleza, sus talentos
para que sean conscientes de las maravillas que pueden hacer .Hoy necesitan cultivar su empatía, emociones
positivas y resiliencia para que puedan
salir fortalecidos de situaciones adversas y no anulados.
Hoy los datos pueden decirle mejor que yo, que el clima
escolar de Argentina es el peor de 65 países
del mundo que fueron evaluados por una
prestigiosa evaluación internacional (PISA).Clima escolar es sinónimo de
bienestar, respeto, buena convivencia. Sistema Educativo , con todo
respeto le informo que estos datos dan
cuenta que muchos niños y jóvenes la
están pasando mal con Ud. a su lado .Cuando un niño o joven la pasa mal en la escuela no
aprende, sufre. ¿Qué espera?
Señor Sistema
Educativo, ahora es el momento de echar un vistazo a algunas de esas creencias
que lo han venido rigiendo de siglos
pasados .Por eso le pedimos que examine
sus ideas, creencias y hábitos instalados en sus escuelas. Así podrá rescatar lo que hoy puede servirle, renovar y retocar lo que
necesita una actualización y soltar rápidamente lo que no le sirve más.
Habrá algunas costumbres, tradiciones y maneras de hacer las cosas que mirará con
ternura, las acomodara un poco para darles una actualidad. Con
otras cosas, como las maneras de comunicarse,
liderar, convocar, inspirar y
motivar tomará nota que necesita ayuda para mejorarlas.
Sea humilde y pida ayuda, pregunte a los
padres, a los niños, a los jóvenes, que es lo que necesitan de Ud.
Y habrá algunas prácticas educativas que jamás
volverán a servirle, y es el momento de deshacerse de ellas. Las evaluaciones
escritas igualitas para todos los alumnos , los mismos versitos usados en sus
actos escolares que los alumnos aprenden
de memoria y repiten año tras año, las asignaturas estancas y aisladas, la
falta de movimiento de los alumnos, los recreos de 15 minutos, los bancos
individuales, la ausencia de proyectos de trabajo en equipo, los textos
obsoletos ,las aulas numerosas, los deberes para la casa, el ausentismo
docente, la apatía hacia alumnos con necesidades especiales , el desgano para
incluir, la desvalorización del arte, la
educación física, la música y la educación emocional como asignaturas de
segunda categoría , la inequidad
educativa todo ello puede tirarlo con toda calma al cajón de los
recuerdos.
No hay necesidad de enojarse para tirar algo. No hay necesidad de enojarse porque
alguna de las creencias acerca de cómo se debe educar que guardo tantos años en
las escuelas ya no le sirva. Dejémosla
partir tan fácilmente como lo hace la naturaleza cada vez que un árbol cambia sus hojas.
Si una idea o una creencia no le sirve, ¡Renuncie
a ella! Ninguna ley dice que porque una vez haya creído en algo, tiene usted
que seguir haciéndolo para siempre.
Muy Feliz Navidad, este seguro que el niño Dios le traerá mucha luz y bendiciones !!
Mariana de Anquin
Lic .Psicopedagogia
P.G Psicología Cognitiva Sistemica
Prof. Nivel Inicial y Primario
Autora de :”Niños Brillantes Todos lo Son”
“Aprendizajes amigables al corazón”
Madre
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