Los niños aun están desarrollando sus cerebros y sobretodo la parte racional, que actúa como el freno de mano del estallido emocional .Por eso desde el nivel inicial en adelante es común que los docentes se enfrenten a situaciones como rabietas, enfados, euforia, celos, miedos, furias, que requieren de mucha calma para lograr una gestión y expresión asertiva de esas intensas emociones.
Pero quien enseño a los docentes
a estar en calma? ¿Qué herramientas tienen los docentes para a mantener la
calma frente a las explosiones emocionales? ¿Quién les enseño a recuperar el
equilibrio y dominio emocional? ¿Quién los ayuda a calmarse cuando todo parece salirse de los carriles
habituales?
Cómo veras algunas escuelas dedican tiempo y recursos al
bienestar de sus docentes, ofreciéndoles talleres de gestión emocional,
incluyendo música relajante en sus instituciones, horas de relajación, yoga en
la escuela, etc. Pero la mayoría de los docentes no recibe estos cuidados. Así que van
aprendiendo solitos a manejar sus emociones
y la de sus alumnos.
Este aprendizaje espontaneo tiene
un alto costo emocional .Frustraciones a repetición, enojos contenidos, gritos
desmedidos, impotencia, confusión etc.
Cuando en la jornada escolar no hay un tiempo para estar en calma, los docentes
viven en una montaña rusa emocional diaria y continua. Es decir los docentes están en la escuela con las hormonas del estrés al
tope .Sin embargo aun sabiendo que las exigencias que viven hoy los docentes
son tantas que no pueden manejarlas, que la presión los desborda, que tienen muchas cosas que
enseñar y les falta tiempo o apoyo , la
educación emocional sigue sin aparecer en su formación .
Hoy más que nunca es necesario
enseñarles a los docentes técnicas,
métodos y estrategias efectivas para manejar el mundo emocional.
Existen numerosos artículos e
investigaciones de diferentes
disciplinas como las neurociencias, la psicología positiva, la medicina,
psicología cognitiva, que afirman lo
importante que es formar a los docentes en educación emocional. Aprender a
conocer y gestionar las emociones les
permite enseñar mejor, comunicarse más
efectivamente, relacionarse sanamente con los niños y tratarse
a ellos mismos amablemente. En
conclusión cuando los docentes están formados en educación emocional hacen todo
mejor, porque se sienten mejor.
Dediquemos tiempo, energía y recursos a acompañar a los docentes en su formación en "Educación Emocional."
Lic. Mariana de Anquin
Para “Las Emociones van a la escuela “
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