Los
padres de los niños sensibles, bondadosos y empáticos reciben constantemente un
mensaje de la sociedad que los exhorta a endurecer a sus hijos.
Cada
vez que un niño bondadoso comparte su merienda, sus juguetes o útiles sin medir
la reciprocidad de su acción, recibe el mensaje: "Debes pensar primero en vos mismo
y luego en los demás".
Cada
vez que un niño sensible llega a casa dolido por recibir una agresión en la escuela,
el mensaje que recibe es: "Debes aprender
a defenderte “
Cada
vez que un niño elige juegos tranquilos o cooperativos en vez de competitivos y
activos, recibe el mensaje: Debes jugar a un deporte competitivo sino no vas a
tener con quien jugar.”
Cada
vez que una familia plantea en la escuela la preocupación y angustia ante episodios de burla
o agresiones que vive su hijo, reciben el mensaje “Vamos a intervenir pero Uds.
tienen que hacerlo más fuerte, su hijo es demasiado sensible y amoroso.”
Cada
vez que la familia comparte esta preocupación con otros padres reciben el mensaje: "Es muy blandito, necesita ser más fuerte sino la vida lo va
a pasar por encima. Ustedes lo hicieron así .Tienen que endurecerlo"
Entonces
la familia además de sentir angustia siente culpa por no poder endurecer a su
hijo.
¿Qué
nos está pasando?
¿Porqué
enviamos estos mensajes?
Los niños sensibles y bondadosos no necesitan
volverse mas insensibles, egoístas, duros
y fuertes para triunfar en la vida.
Lo
que necesitan es ser aceptados tal cual son. Ellos están bien siendo así .Los
niños que no están bien, son los que se muestran insensibles, duros y egoístas.
Primero
enseñemos a los niños a no menospreciar,
maltratar ni lastimar a otros. Enseñar esto evitara tener que enseñar luego a
muchos niños a defenderse.
Los
niños insensibles y agresivos necesitan que les enseñemos lo que es correcto e
incorrecto.
El
mensaje que necesitamos enviar no es “el niño sensible tiene que cambiar”. El
mensaje es “el niño que maltrata tiene que aprender a tratar bien, con respeto,
empatía y tolerancia.”
Necesitamos recuperar la empatía, la sensibilidad y la bondad que yace en el corazón de todos los niños. Solo que algunos niños muestran estos valores tapados por capas de prepotencia, maltrato e insensibilidad.
Necesitamos recuperar la empatía, la sensibilidad y la bondad que yace en el corazón de todos los niños. Solo que algunos niños muestran estos valores tapados por capas de prepotencia, maltrato e insensibilidad.
Muchas veces producto de mandatos sociales ,experiencias personales y contextos de
maltrato.
Volvamos
a poner en alza la bondad, la generosidad y la compasión.
Basta
de intentar robustecer a los niños, y arrancarles su sensibilidad.
Los
niños sensibles no necesitan volverse duros, egoístas y agresivos.
Ellos
están bien siendo así como son.
Recordemos
que a quienes tenemos que enseñarles algo, es a los niños insensibles,
indiferentes y agresivos.
Enseñemos
a los niños a no maltratar ni atacar en vez de tener que enseñarles a
defenderse.
Con todo mi amor
Mariana
Ilustraciones :Mc. Kenzei Fisk
Ilustraciones :Mc. Kenzei Fisk
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