Absorben las emociones de su entorno y las sienten profundamente en su corazón.
Miran el mundo desde el corazón y eso no los hace frágiles, los hace grandiosos .
Su
sensibilidad es su gran fortaleza.
Hoy quiero
contarte acerca de unos niños que son para mí muy especiales. Me gusta
llamarlos Niños esponja , porque tienen
un “corazón de esponjita”. Son niños exquisitamente sensibles, muy perceptivos,
compasivos y tan empáticos que absorben las emociones del entorno que les rodea
y las hacen propias. Sienten la tristeza de un compañero y movidos por la compasión
buscan consolarlo.
Tienen como un radar emocional y captan con mucha precisión nuestros
estados anímicos preocupándose cuando nos sienten preocupados. Si nos sienten agobiados
se acercan y nos dan una caricia, si nos sienten enojados nos ayudan a
calmarnos Es tanta su empatía emocional , que parecen fundirse en las emociones
del otro. Son niños que sufren si ven sufrir un animal ,se angustian ante una
injusticia, y también se alegran al ver reír a otro niño.
Es común escuchar anécdotas
acerca de comportamientos compasivos que nos sorprenden. Una niña guardaba panes
en un cajón de su habitación para llevárselos a un niño que vio en la tele
que pasaba hambre. .Son niños que están fuertemente conectados con el corazón .Es
corazón con corazón la conexión que
ellos hacen. Son exquisitamente sensibles y por ello se cargan de emociones fácilmente.
A menudo tememos que esa alta sensibilidad les juegue en contra y los dañe.
Si
conoces a un niño esponja o vos fuiste un niño con esta especial sensibilidad
tengo algo que contarte. Esa sensibilidad tan peculiar que llevan en la piel no
los hace más débiles o frágiles que el resto de los niños. Su especial
sensibilidad es su fortaleza. Por eso no intentes quitársela o hacerlo más duro.
Ese corazón de esponja es lo que lo hace especial. Solo tienes que enseñarle algunas cosas y ofrecerles actividades para que esa
sensibilidad le juegue a favor y no en contra.
Enséñales que
su empatía y sensibilidad es grandiosa. Están en este mundo para volver a
conectarnos con nuestra ternura, amabilidad, y con esa emoción tan poderosa que
a veces por temor a ser lastimados o dañados no la expresamos: el amor. Estoy
segura que estos pequeños niños son nuestros grandes maestros en el arte dar y
entregar sin pretender nada a cambio. Nos
recuerdan que la salida a los grandes problemas del mundo es hacia
adentro. Hacia nuestro corazón. Hacia la compasión.
¿Qué espacios y
actividades puedes ofrecerles? Es importante que los niños esponja puedan
descargar todas esas emociones que van acumulando en su corazón. La mejor
manera de hacerlo es brindarles un espacio para realizar actividades individuales.
Ellos necesitan contar con un espacio para estar con ellos mismos. Disfrutan de
estar tranquilos y a solas. Es el momento y el espacio donde su corazón se repara y recarga energía emocional. Las actividades artísticas
y musicales son una buena opción.
Estar en contacto con la naturaleza, es altamente
recomendado. Si puedes regalarle una mascota esta será su cable a tierra. Los
gatos son buenos compañeros de los niños altamente sensibles.
No insistas con deportes competitivos. Ellos no vienen a
este mundo a competir sino a cooperar. Si quieres hacerlos más fuertes, bríndale
oportunidades para colaborar y ayudar.
Sumar es el verbo que encaja con su misión .Es ahí, en el momento en que se sienten que
ayudan a otro cuando se sienten fuertes.
Recuerda su sensibilidad no los vuelve
frágiles, los hace personas fuertes y maravillosas. Mirar el mundo desde el corazón
no los hace vulnerables los hace
grandiosos.
Con infinito amor
Mariana de Anquin
Maravilloso!
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