Muchas veces los niños enfrentan retos que requieren de
esfuerzo y dedicación para poder
sobrellevarlos. Y muchas veces cuando la situación se pone difícil, cuando
parece que su esfuerzo no alcanza, cuando la motivación cede a la desesperación,
cuando parece que el resultado deseado está aún muy lejos, los vemos rendirse
.En esos momentos intentamos alentarlos, sostenerlos y les decimos: Por favor ¡No bajes
los brazos! .Esta frase que escuchamos y
repetimos una y otra vez es una exhortación a seguir luchando , a continuar
batallando con la dificultad . Es una frase que viene del mundo del boxeo. Que
recuerda a los boxeadores a no bajar la guardia. Cuando un niño ha estado
esforzándose de manera sostenida en el tiempo sin ver aun su victoria puede
sentir mucho cansancio, des-motivación, enojo y/o desesperanza .Este combo
emocional es conocido como el síndrome
del sacrificio. El sacrificio constante, continuo genera estrés en los niños .Una de las cosas
que más bloquean el aprendizaje de cualquier tipo es el estrés. Cuando los
niños están estresados, los circuitos cerebrales no funcionan de la manera
armoniosa y eficiente en la que deberían y todo les cuesta mucho pero mucho más.
¿Cómo
podemos interrumpir este síndrome del sacrificio?
Invítalo a hacer una renovación.
El síndrome de sacrificio se interrumpe
con una renovación que involucre el cuerpo, a la mente y las emociones. Es hora
de organizarlo con el mismo compromiso que pusimos para planear el logro de las
metas. Es hora de invitarlo a sacudirse, a hacer un recreo cerebral .Invítalo a distraerse, a desconectarse del esfuerzo y conectarse
con el disfrute. Prepárale su comida preferida, su postre amado, permítele
jugar, saltar, patinar, lo que sea que le permita mover el cuerpo y disfrutar.
Es momento de decirle baje los brazos,
que los estire, que los expanda a ambos lados del cuerpo .Que abra los puños
para soltar tensión, temor y enojos. Al mantenerlos en posición de lucha,
acumulo tensión emocional, mental y física. Es momento de hacer una renovación.
Una
idea para renovar esa energía es invitarlo a usar sus sentidos, tocar y amasar
masa perfumada, con textura, pintar con los dedos, escribir en arena, dibujar al
ritmo de música loca, clásica y armoniosa. Simplemente incluí un espacio de
renovación diaria dentro de su esquema de actividades.
Los
beneficios de permitir bajar los brazos para renovarse son tantos que hasta las
empresas más exitosas como Google lo hacen. Sus empleados cuentan con espacios para jugar,
dormir una siesta renovadora, recrearse escalando un muro, jugar un partido de
ping-pong, etc. Es decir, saben que renovarse trae mayor retorno de ideas,
compromiso y resultados.
Invítalo a descansar, dormir es fundamental para poder
perseverar.
Entonces,
sí tú niño está realizando un esfuerzo constante y el resultado deseado no
aparece, proba decirle: Baja los brazos
que es hora de renovar la energía, el esfuerzo, la atención, y la motivación. Te
aseguro que después de cada renovación su fuerza de voluntad, será mucho mayor.
Con
todo cariño y recuerda que la recompensa
siempre llega!!!
Mariana
Ilustraciones:
Claudia Tremblay
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