martes, 20 de febrero de 2018

¿Quien no le ha querido hoy ?

Muchos padres viven la escolaridad y socialización de sus hijos sin grandes dificultades, mientras que para otros padres hechos cotidianos como llevarlos a la escuela, a un club a practicar un deporte, dejarlo en un cumpleaños  o en la  casa de un compañero, pueden convertirse en enormes desafíos.
Sé que a veces resulta difícil comprender esto, sobre todo si tu niño es naturalmente sociable, popular y aprendió pronto las habilidades que le ayudan a resolver problemas interpersonales .Como saber expresar una idea, un desacuerdo, saber defenderse de una conducta agresiva, y sabe  respetar y hacerse respetar .Pero muchos niños no se muestran de esta manera, se muestran diferentes. Pueden incluso verse en apariencia diferentes, o mostrar intereses, maneras de caminar, hablar, aprender, jugar que parecen diferentes a lo que la mayoría de los niños hacen .Es por ello que para  muchas familias acciones cotidianas como llevar a su niño a la plaza, o tener un amigo  se convierten en extraordinarias. Y realmente lo son, porque requieren de muchísimo esfuerzo, tenacidad, templanza y optimismo. Son enormes desafíos diarios los que atraviesan sus familias. Por eso buscan ayuda, apoyo y contención.
Por eso quiero que sepas que si los notas agobiados, cansados es porque llevan encima muchas noches de preocupación, llantos a escondidas y sonrisas fingidas. Han escuchado  y sentido una y otra vez las mismas miradas y preguntas:” ¿Qué le paso? ¿Por qué hace eso?¿Por qué agita las manos  así?¿Por qué no habla?¿Lo llevaste a un especialista, yo tengo uno para recomendarte? Pobrecito,” Estos padres muestran enormes reservas de tolerancia y paciencia ante una sociedad que les dispara preguntas y opiniones sin detenerse a pensar que las palabras mueven emociones, alientan o alejan, construyen o destruyen.
También quiero que sepas  que si los notas exageradamente amables, colaboradores es porque solo desean que sus hijos sean tenidos en cuenta, desean lo mismo que tu. Comprenden mucho a otros para ser comprendidos. Han desarrollado una sensibilidad especial por eso son padres tan empáticos y amorosos.
Y si los notas  furiosos y enojados tal vez sea porque se sienten asustados y  dolidos. Esto les sucede cada vez que  alguien no ha querido a su niño  .Como todo padre que protege a su niño, puede gruñir como un león defendiendo a su cachorro. ES que muchas veces sintieron la indiferencia o la falta de comprensión. Por eso su alma duele .Y tal vez la falta de empatía de esta sociedad los asusta. Temen por su niño, temen que no reciban amor. Alguien  no le ha querido hoy .
Podemos ayudarlos a bajar la guardia .Merecen sentirse más acompañados, apoyados e incluidos. Con  pequeñas acciones  amables y  amorosas podemos hacer una gran diferencia en sus vidas. Llevemos nuestra  empatía adonde vayamos para que todos podamos sentirnos aceptados y felices de ser como somos!

              Con mucho amor 

                                                             Mariana de Anquin


Ilustraciones :Marta Sedano
Libro:Siempre de Ana Galan

sábado, 3 de febrero de 2018

Preparando la vuelta al cole entre enojos y fastidio.

         

¿Què podemos hacer para que aprender no sea una tortura?


Se aproxima el final de las vacaciones, entonces piensas que invitar a los niños a leer, escribir, resolver un problema, repasar un poco es una buena idea, sobre todo si tu niño tuvo un año escolar cuesta arriba.
Basta con que  sugieras tu maravillosa idea para que el niño  desate una catarata  de enojos, quejas y fastidio total. A veces con solo nombrar la palabra escuela, o ver los útiles escolares en las vidrieras anticipando "la vuelta al cole" alcanza para que el rostro alegre de nuestro niño se transforme en mueca  dolor y  espanto.
Porque  algunos niños  se enojan tanto a la hora de practicar, repasar o simplemente conectar con el tema " escuela"? ¿Por qué les sucede esto? ¿Qué podemos hacer  para que aprender deje de ser una tortura?
Lo primero que tenemos que saber es que el cerebro de todos los niños está diseñado para aprender .
Aprender es una función primordial del cerebro por eso cuenta con todo lo necesario para hacerlo sin esfuerzo. Sin embargo muchos niños frente a situaciones de aprendizaje puramente escolares, pueden actuar  como si el interruptor de aprendizajes de su cerebro  estuviese en “off.” Se muestran muy resistentes ,fastidiosos e incluso enojados a la hora de realizar  tareas   tan placenteras como  leer un cuento, escribir una idea, sumar sus ahorros y calcular que pueden comprar.

Para comprender  porque el enojo es la respuesta actual  de tu niño tienes que saber esto; El enojo es un mecanismo de defensa. Si el niño está a la defensiva es porque tiene miedo, se siente asustado ¿Miedo de qué? Miedo de no ser capaz, no ser inteligente, miedo a fallar y  ser rechazado .Son miedos  que hablan de una sensación de incompetencia. Muchas veces ese enojo, esa resistencia a sentarse a ejercitar es una clara señal de que no se sienten capaces de hacerlo bien. La tarea presentada es un desafío muy grande para su nivel de competencia actual. Como cualquier persona, ellos no quieren realizar aquello que aun no les sale con facilidad.

Pistas para ayudarlos:


1-
   Momento de descarga física
      Una de las peores cosas que un niño puede hacer  es enojarse  con el  mismo. El enojo sólo le sirve para encerrarse más rígidamente dentro de ese pensamiento negativo y fatalista "Nunca podre leer bien "” No soy inteligente”. 
      No dejes que se trague el enojo ni esas creencias tan limitantes acerca de su capacidad. Hay muchos métodos para liberar positivamente el enojo. Cuando lo notes alterado invítalo a participar del  "momento de descargas:Fuera furia" Algunas ideas : golpear un saco, picar una pelota, bailar como loco, reventar las burbujas del plástico de embalar  , practicar un deporte, rayar con colores una gran hoja. Lo que se te ocurra para que el niño pueda liberar la rabia, frustración y el enojo, que quedaron atrapadas en su cuerpo y en su mente. 
     Recuerda que para llenarse de alegría primero hay que vaciarse de miedos y enojos .Es importante liberar estas emociones para luego encender el interruptor de aprendizajes.

2-    Deja de darle el mismo ejercicio una y otra vez 
      Pedirle a un niño que haga algo que aún no pueda hacer, no hace que lo logre. Si pudiese hacerlo, encantado lo haría. Así que insistir en que hagan algo que no están logrando hacer, no va a funcionar ya que lo único que aprenderán es que "no pueden hacerlo". Entonces deja de darle el mismo ejercicio una y otra vez.

3-    
Comienza con lo  que el niño ya sabe hacer bien: Una vez que superamos la tentación  de intentar forzar al niño a hacer lo que no puede hacer, nos detendremos a observar lo que el niño "si" puede hacer .Su habilidad actual es nuestro punto de partida. Recuerda que es "su" habilidad actual y no "la "habilidad actual del resto de los niños” la que nos indica la orientación a seguir. Entonces recuerda que una  manera de ir de la inhabilidad hacia la habilidad, es comenzar con lo que el niño está pudiendo hacer. No le digas qué fue lo que hizo  mal; elógialo por el esfuerzo que puso, por lo que hizo bien. Recompensalo con un gesto, levántale el ánimo, de manera que la próxima vez que lo haga se sienta realmente bien por hacerlo. Cada vez le saldrá mejor, y mejor, y mejor. Y pronto tendrá una habilidad nueva


4-    Haz equipo con èl: La próxima vez que haga algo nuevo o diferente, algo que apenas  está  aprendiendo  intenta ponerte de su parte. Muéstrale que estas de su lado, dile cosas como: “Nosotros venceremos a la maldita distracción “,”Contamos con un escudo anti-palabras difíciles, ellas no van a detener nuestra lectura”, “Juntos liquidaremos  a esta atrevida multiplicación “ “Juntemos nuestras cabezas para activar el poder de nuestros súper cerebros”.
   Cuando haces equipo con tu niño aumentas su confianza y enciendes el entusiasmo. El entusiasmo ilumina el cerebro, lo que ayuda a marcar el comienzo de los cambios. El entusiasmo ayuda a hacer posible lo imposible Recuerda que hacer equipo contigo para èl es  grandioso!
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5-    Recuerda que para aprender algo nuevo el cerebro necesita hacerlo “despacito”. Tu apuro solo sirve para bloquear su aprendizaje. Tu niño  está haciendo lo mejor que puede hacer en este momento. Si supiera más y tuviera más habilidades, y  confianza   entonces haría las cosas más rápido. 
  Solo podemos hacer rápido lo que ya sabemos, así que no apures el ritmo. Así es como funciona el cerebro .Activa tu paciencia y baja el ritmo.

 Sé paciente con tu niño. Desde el momento en que decidas ayudarlo a hacer un cambio en sus aprendizajes hasta que éste se manifieste, es probable que pase un tiempo. Tu niño puede vacilar entre  la actitud quejosa   y la nueva actitud entusiasta .No te enojes con él por ello.Lo que deseas es ayudarlo, no demolerle su confianza. Si te enojas, recuerda que también tu puedes tener tu momento de descarga .A todos los padres nos pasa esto y todo el tiempo! Vuelve a empezar . ¡Recuerda que juntos son el mejor equipo!
                      Con todo mi cariño para ti y tu niño,
                                                                  Mariana
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